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18 de noviembre de 2011

Una oportunidad de lujo

 




La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Getafe aprobó el pasado jueves 17 de noviembre la "desafectación" del patrimonio municipal, su separación del catálogo de bienes públicos, no la desafección [*] que aduce el PSOE de Getafe, y las condiciones que regirán la subasta pública del que fuera coche oficial del exalcalde Pedro Castro.

Tenemos que recordar que se trata de un audi A-8  4.2 quattro triptonic, automático  y con la tracción a las cuatro ruedas de la marca de los cuatro aros. Todo un lujo al alcance de cuatro, como quien dice; de cuatro que paguen de la manera que puedan los 120.000 euros que costó a las arcas pública el cacharro, matriculado hace ahora, en estos mismos día de noviembre, siete años justos.  El precio mínimo de licitación en esta subasta, que cumple de esta manera su promesa electoral el nuevo alcalde de Getafe, el popular Juan Soler-Espiauba, es de 15.630 euros. Toda una ganga para un coche de lujo. Y como es menester, necesario y conveniente, la mercancía se expone en la plaza de la Constitución sobre una moqueta verde baratilla y on un cartelito informativo sobre un caballete de pintor comprado, seguramente, en el último minuto como mobiliario de urgencia para la exposición.

A Pedro Castro, y a sus compañeros más fieles al menos, que no a todos, le ha sentado a "cuerno quemado" que se utilice la promesa electoral del nuevo inquilino de la segunda planta del ayuntamiento como censura y reprobación pública, la crítica morbosa y ácida a uno de los gastos más representativos, polémicos  y suntuarios de su mandato. Y más que lo anterior, mucho más, que se convoque a los vecinos al cotorreo cuatro días  antes de las elecciones generales del 20N. ¡Como si eso fuera a inclinar la balanza o a influir en la intención de voto de los getafenses! No hace falta a estas alturas de la legislatura ninguna publicidad para que el PSOE obtenga los resultados que merece la política errática y mesiánica del insustancial ZP; tampoco es preciso recordar que ha sido la actitud generalizada de la gran mayoría de los cargos públicos y mandatarios de todas las regiones, municipios y partidos.

No ha sido el Ayuntamiento de Getafe la única institución que ha optado por liquidar en públicos procesos de subasta la ostentación que de manera costosa e imprudente rodeó a la mayoría de los miembros de los distintos gobiernos que articulan el estado español. Además de los ejemplos que están saliendo a la luz  con subastas, como el de Getafe, la Junta de Castilla La Mancha, La Rioja o la Junta de Extremadura, hay otros muchos casos que no se convierten en noticia por simple razón que sus gastones gestores volvieron a ganar las elecciones. Adviértase como ejemplo preclaro y mayúsculo de edil derrochador  el todavía alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón Jiménez.

La brillante maniobra publicitaria del nuevo alcalde de Getafe, Juan Soler-Espiauba, ha trasladado al "ágora" viva de la plaza del Ayuntamiento lo que solo unos pocos nos atrevimos a criticar en su momento [en el blog]. Ahí, los vecinos, solos, en pareja o agrupados en corrillo, jóvenes, maduros o viejos,  han observado, con curiosidad, el espectáculo o han intervenido exhalando sentencias o expresiones más o menos "cachondas", burlonas o divertidas, con el salero y el gracejo que caracteriza al pueblo ocioso.

Se creía que iba a ser alcalde toda la vida... -Gruñe una señora mayor que le debe recordar aún con bigote.

Si lo llegamos a saber, le hubiéramos comprado una bicicleta... -para que practique ahora en el carril bici.

A esto no hay derecho, lo de este nuevo alcalde.., -afirma una señora que parece socialista.

A lo que no hay derecho, señora, es a que el pitufo se gastase nuestro dinero en un coche de lujo. -Le contesta un señor que, visto lo visto de la firmeza de su actitud en defensa de lo nuevo, parece del Partido Popular.

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Pues si no fuera porque luego, cada rueda te cuesta un riñón, y el mantenimiento te obliga a subastarlo de nuevo, el precio es una ganga. 15.000 euros por un A8, joder... -Hace cuentas, pensativo, un obrero con el mono azul que pasaba por allí camino de la ferretería de la calle Toledo.

- Bueno, bueno, ... que tiene 150.000 kilómetros...-Dice un segundo espectador.

- Y ¿cuanto dura un coche como este... sin dar problemas? -Responde el obrero del mono azul

- Trescientos o cuatrocientos mil kilómetros, coño; media vida, si no eres alcalde... -Interviene un tercero como si fuera un experto.

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- ¡Menudo carro! -Se ríe la chica con un suave y meloso acento caribeño.

- ¡Carajo de máquina!   -Le contesta su acompañante.

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- ¿Quién se quedará con el audi? -Pregunta un viejo a otro. 

- Yo pienso que debería comprarlo el mismo Castro; hasta  el fin de los días, y sin remedio,  el coche estará impregnado de su olor. En su interior revolotean casi todos sus fantasmas  y reverbera aún el eco de sus discusiones políticas y personales; se intuye el aroma de los habanos que se fumó; casi se nota, a pesar de la limpieza del cuero y de las maderas nobles, el sudor a sobaco y a culo aplastado por las horas de viaje sin fin.  Debería comprarlo él. El problema es que, según la última declaración personal de bienes que hizo, no tiene ni...

- Bueno poeta,... -le interrumpe el amigo-, déjalo. No lo vayas a estropear, ...


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[*] Desafección significa "mala voluntad" o, buscando sinónimos, desacuerdo, oposición,  disidencia, disconformidad, divergencia, antipatía, ojeriza, odio, tirria, rabia, malquerencia, inquina, animadversión, manía, aversión, incluso repugnancia hacia las personas. 

3 de noviembre de 2011

El boletín político de los "descamisados" rosas


Antes de entrar en el meollo de este artículo, tendré que volver a viajar en el tiempo para contar algunas cosillas, sin importancia legal -ya prescritas- por los años transcurridos y por la ausencia política de sus protagonista, pero que nos sirven en su justa medida para situar y evaluar la actitud de UPyD, representada por  su portavoz local  José Luis Morato; una trayectoria política que se muestra de cara al electorado disfrazada por la pureza de sus representantes, su presunta honradez, su incertidumbre ideológica y por una reclamada y requetereclamada austeridad económica (de los demás), como un barniz o pintura de mala calidad que empieza a cansarnos, sobre todo sabiendo como sabemos, y comprobamos, que esconde, como aquellas tumbas blanqueadas, putrefacción y falsedad.

Montamos en nuestra particular máquina del tiempo y ... yiunnn; allí estamos. Durante las elecciones generales de marzo del año 2000, el grupo de concejales del Partido Popular abonó con cargo a los fondos que recibía del Ayuntamiento de Getafe, 267.500 pesetas al restaurante “El Rey del Jamón” por la compra de unos menús (frutas, bocadillos y bebidas) que fueron destinados a la manutención de los interventores del Partido Popular y repartidos el mismo día de las votaciones. Y aunque intentaron camuflar los hechos falsificando la fecha de la factura y el concepto como “servicio de catering atrasado”, el asunto era incuestionable; además eran tan torpes que la factura se hizo a una entidad que tenía un CIF que correspondía, claramente, a un partido político (P-2806500-A) y no al grupo de concejales (G-82432527).

La confusión legal de los ediles conservadores con respecto al dinero público era notable. El día 15 de marzo de 2000, el mismo grupo municipal del PP en el Ayuntamiento de Getafe organizó y ofreció una fiesta a sus afiliados en la que se sirvió un catering para 100 personas. La factura de la fiestecita (1/2000, de fecha 15 de mayo de 2000) la pasó al cobro la empresa Picazo y Martí; y se abonó con cargo a los fondos que dicho grupo de concejales recibía del Ayuntamiento para la realización de las tareas municipales. La fiesta en cuestión, contratada por el responsable de la campaña electoral del PP de Getafe (Carlos González Pereira), tenía como objeto, claro está, celebrar el segundo triunfo de José María Aznar en las elecciones generales.

El abono de gastos del Partido Popular con la subvención municipal que recibía el grupo de concejales en el Ayuntamiento de Getafe no era algo aislado. Repetidas veces utilizó a los Salones Versalles (calle Hospital de San José), negocio que regentaba en propiedad el que fuera edil popular en el Ayuntamiento de Getafe, Tomás Martín (el del Brass), actualmente encausado por el caso Gürtel en su ramificación de Boadilla de Monte. Las distintas y numerosas facturas se asiganaban a conceptos como fiestas, cócteles o “copas o vinos de navidad”, aunque pudiéramos sospechar que se abonaban otros gastos (cualquiera sabe); el 5 de octubre de 1999, el grupo de ediles abonó dos facturas de Versalles por sendos importes de 321.000 pesetas; el 27 de marzo se abonó otra factura por importe de 233.000 pesetas en concepto de “ Vino de Navidad Salones Versalles” que se había celebrado el 15 de diciembre del año anterior; el día 21 de marzo de 2001 se abona otra por importe de 314.000 pesetas en concepto de “Vino de Navidad S. Versalles”. Y nos imaginamos que habría algunas más de las que no tenemos constancia. El procedimiento no era ocasional, sino habitual, mecánico: año 1999, 2000 y 2001. Hasta ahí llega nuestra máquina del tiempo por esta ocasión.

Los pagos anteriores, facturas y apuntes contables, a los que nos referimos llegaron como resultado de la filtración de uno de los ediles del partido popular. Los datos que aportó concejal insurrecto, opuesto, amotinado o sedicioso, se valoraron por un equipo jurídico de Madrid que, a la vista de la documentación, no tuvo inconvenientes en dictaminar que los hechos a los que hacíamos referencia eran constitutivos de un presunto delito de malversación de caudales públicos. Hoy, prescritos, incluso considerando que se tratara de un único delito (siempre presunto) de malversación continuada de caudales públicos; y además definitivo, porque nunca se reintegró.

Los concejales son sujetos activos idóneos del delito de malversación de caudales, al poseer la condición penal de “funcionarios públicos” o, incluso, la de autoridad municipal. Las subvenciones que reciben los grupos municipales para “su funcionamiento” se reciben de manera oficial, como caudales públicos en atención a su condición de funcionarios públicos, condiciones que según la abundanate jurisprudencia del Tribunal Supremo, son suficientes para afirmar que los grupos municipales tienen a “su cargo los caudales por razón de sus funciones”, como requiere el delito de malversación.

Los fondos con los que abonaban, y se siguen abonando, las facturas los grupos políticos del Ayuntamiento no pierden su naturaleza de públicos ni dejan de pertenecer a la Corporación Local por el hecho de su entrega, realizada de manera oficial, a un grupo de concejales que pertenece y forma parte íntegra de la Corporación Municipal.

La naturaleza pública de la subvención que reciben los grupos de concejales del Ayuntamiento de Getafe, y de otros muchos, determina su forzosa utilización en actividades de interés igualmente público y municipal, sin que deba confundirse este con el interés del partido político de turno. Parece clara, según la jurisprudencia, la separación tajante entre lo que constituye el grupo de concejales y el partido político al que representan, cuyas actividades –entre ellas la de los cócteles, vinos, copas y publicidad, entre otros-deben sufragar con los recursos propios del partido provenientes de las cuotas de los afiliados, donativos de empresa y particulares, etc., tal y como se establece en la ley de financiación de los partidos políticos.


 
Rebelde sin causa

El viaje en el tiempo hasta finales del siglo pasado ha llegado a su fin. En el mes de mayo de este año se eligió a una nueva corporación y, como punto de inflexión en la historia local tras decenas de años, a un nuevo alcalde, el popular Juan Soler-Espiauba Gallo. Otra novedad más en la legislatura que transcurre ha sido la irrupción del partido de Rosa Díez, Unión Progreso y Democracia, con dos concejales electos.

El cabeza de lista de esta formación y portavoz municipal, José Luis Morato, empezó a ganarse fama tan rápido como se descubrían sus escasas dotes políticas. En un primer momento, fue uno de los protagonistas de la famosa comida de Ponteáreas en la que participaron, además del representante de la "marea magenta",  el presidente del Getafe CF SAD, Ángel Torres, el candidato a alcalde, Juan Soler-Espiauba y el aún Consejero de Presidencia, Justicia e Interior de la Comunidad de Madrid,  Francisco Granados.

Morato, protagonizó al poco de ser elegido concejal una de las historias más tontas de la política local de este municipio y de la región. En el mes de julio, su partido procedió a elegir al coordinador regional, puesto para el que la misma Rosa Díez, "designó" a Manuel Lindo (hermano de Elvira, la autora de Manolito gafotas).  José Luis Morato, que no "rosato", es un poco fantasma, como se dice en el argot coloquial , y tiene un  ego tan grande que no le cabe en los polos fucsia;  ni corto ni perezoso, se transformó como hiciera el socialista Tomás Gómez, en el nuevo "invictus" de los descamisados rosas de Getafe y se autoproclamó candidato. Para publicitar su candidatura montó un grupo en Facebok al que "invitó" a la fuerza como amiga, entre otros, a la mismísima Rosa Díez. La reacción no se hizo esperar. La mandamás magenta le incriminó su acción y le exigió publicamente que retirara su nombre del grupito de amigos de Morato. Y eso, como lección para las futuras generaciones políticas, es desautorizar a un pésimo político. Al final, Morato se esfumó y  Manuel Lindo ganó las elecciones primarias co 59 por ciento de los votos, sin que la nota de prensa de UPyD nobrase siquiera al edil getafense.


El boletín político de UPyD

Esas viejas historias de pagos del grupo de concejales del Partido Popular y su calificación jurídica y los desatinos en la corta historia política de Morato, vienen a cuento con la moción presentada por UPyD para eliminar el Boletín Informativo (o publicitario, según lo mire el gobierno o la oposición) del Ayuntamiento de Getafe. Y sépase o téngase por aclarado, antes de seguir con el artículo, que somos parte interesada como adjudicatarios municipales de la distribución y reparto de ese medio de comunicación municipal, con todos los requisitos necesarios, clasificaciones y, lo que es casi más importante, por precio: hasta un 40% más baratos que los precios de licitación según el concurso que a tal efecto se convocó en su día; lícita nuestra actitud, no lo dude nadie, en la defensa de los trabajadores que conforman la plantilla de esa empresa, sin que pueda atribuirse, como intentó en el pleno municipal de ayer, día 2 de noviembre de 2011, el portavoz de ese grupo político, José Luis Morato al atribuir a el buzon.es, o a su editor, intereses espúrios o bastardos. Nada de eso. Intereses muy claros que vamos a defender sin la hipocresía de la que hace gala el portavoz de la formación magenta. Y no quita, siendo parte interesada, para que si se hubiera suprimido o se hubiera dilatado su periodicidad podamos criticar la moción o, incluso, la decisión. Estamos en nuestro derecho, como periodistas, industriales o, simplemente, como ciudadano. Incluso pensamos, en serio, que el Boletín de Información Municipal debería ser quincenal. ¿O no? ¿No es necesaria la información puntual a todos los vecinos y no solo a los expertos en redes sociales como lo es el edil de UPyD?

El caso es que José Luis Morato, uncido por una falsa aureola de político honesto y austero, anunció su intención de “cargarse” el Boletín municipal mientras que, a la misma vez, editaba y repartía en el pueblo un Boletín político de UPyD en el que se mezclaban informaciones relativas al grupo de concejales de esta formación política con publicidad nacional de su partido, aludiendo a sus propuestas sobre materias que están fuera de la competencia de los ediles y del Ayuntamiento. Este boletín político se ha pagado con fondos públicos; con fondos de la misma naturaleza que los que se destinan en los presupuestos municipales a obras, cultura o al mantenimiento de los parques y jardines, a los que es tan aficionado por su manía de meter ahí a sus contrincantes o enemigos. Él sí se ha metido en un parque estupendo, casi un lodazal, un terreno plagado de arenas movedizas. 

A nuestro entender, la figura que se tipifica como malversación de caudales públicos, se podría ajustar (presuntamente, mientras no lo dictamine un juez) a lo que ha hecho UPyD de Getafe al incluir publicidad nacional de su partido en un boletín que, como diría el ciudadano de a pie, pagamos todos. Los que le han votado y los que no. Eso se llama, cuando menos, hipocresía.
¿No será, incluso, comedia, doblez, mojigatería y falsedad? ¿No serán los concejales de UPyD los que tienen intereses bastardos? ¿No tienen, además de un sueldo que supera los 60.000 euros –que para broma ya está bien-, intereses en empresas inmobiliarias? ¿No podrían rebajarse su sueldo, al menos un 40%, antes de tocar el sueldo y el dinero de los demás? No hace falta que se justifiquen en que los demás no quieren; no es imprescindible ¿Porqué no publican, en aras a la famosa trasparencia que preconizan, las empresas inmobiliarias en las que tienen intereses? Eso sí, basta con que lo hagan en su página web para ser consecuentes con su filosofía de austeridad. ¿No creen que al portavoz de UPyD debería de retenérsele parte de su sueldo cuando se desplaza o se marcha a congresos y ferias relacionadas con su actividad privada, como pasa en todas las empresas de este país? Ahí también ahorraríamos unos eurillos ¿No sería conveniente que fuera igualándose con el pobre concejal redero de Calpe, y visto lo visto, en la Ley o leyes, solicitara al Pleno compatibilizar su trabajo en las empresas en las que participa y tiene intereses con su tarea como edil liberado a tiempo completo? ¿También desconoce la Ley? Pero no le exime de su cumplimiento ¿No será que vive, de manera política, felizmente en la ilegalidad? Vaya, vaya, vaya… A lo mejor es el momento en que el resto de grupos políticos no le consientan esa “picaresca” (más de uno diría golfada) de cobrar a tiempo completo del Ayuntamiento de Getafe y dedicarse a sus negocios privados. Y además el portavoz de UPyD de Getafe, Morato, tan engreído, cargante y ridículo, lo publica en el facebok ese. Y es que además de ser tonto, todavía se puede ser más, un tonto público.

El tiempo dirá cuántas falsedades más nos quieren hacer ver, o creer, estos dos predicadores o apóstoles mesiánicos de “ la verdad magenta”. Tiempo al tiempo.