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30 de diciembre de 2003

Getafe repite curso urbanístico



El ayuntamiento de Getafe es como el niño malo que, no habiendo aprovechado el curso escolar, engaña a sus padres y les dice que ha "aprobado con nota" para asegurarse unas buenas vacaciones. Getafe ha suspendido el curso.

En junio (dos días antes de las elecciones de mayo, la Comunidad de Madrid "aprobó" el Plan General de Ordenación Urbana de Getafe de forma ligera y precipitada, pendiente de subsanar numerosas irregularidades, -como, por ejemplo, no cumplir la Ley del Suelo-); y en septiembre, con los deberes sin hacer, Getafe se vuelve a presentar a examen, de nuevo en busca de la ayuda del "amigo Gallardón" (otra vez dos días antes de las elecciones y con un Consejo de Gobierno muy, muy, muy en funciones, le tiene que dar calabazas con una aprobación que ordena la publicación (13 de octubre) que riza el rizo de publicar lo que se tiene que publicar, pero sin aprobar...¿se entiende?).

Getafe ha vuelto a suspender, claro. Este niño tiene una cara muy dura; el resto es una farsa. El pasado día 11 de diciembre se publicaban las normas urbanísticas para que lo aprobado del plan «entrase en vigor» .

El Plan General de Ordenación Urbana de Getafe (PGOU) está aplazado en los sectores más importantes (El Rosón, Los Molinos, Buenavista y Perales del Río) según lo publicado por el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid con fecha 11 de diciembre .

Getafe repite curso. Y deberíamos dotarnos, en base al interés general de los ciudadanos, del debate y la crítica que tan poco gusta, debate que se nos pretende hurtar con burdas y viles descalificaciones de políticos fracasados.

La revisión del PGOU ha profundizado en la arbitrariedad y la injusticia cuando asigna distintas edificabilidades en un mismo área en función del propietario, distintos modelos de gestión, decisión que se provoca no por la voluntad, la ignorancia o el capricho de quien la adopta, no en función del interés general, sino en función del propietario del suelo, precisamente en base a la esencia misma de la arbitrariedad y la especulación. Incluso ocultando los verdaderos propietarios para no mostrar sospechas ante la Administración superior.

Exigir a la Administración, a los que forman o han formado parte de ella, que den cuenta de sus actos, que clarifiquen las razones que les mueven a elegir una solución o tomar una decisión y no otras, y confrontar esas razones con la realidad para ver su consistencia, puede y debe interesar a todos los ciudadanos: "Juzgar a la Administración es una garantía, y una garantía esencial en un Estado de Derecho, que sin ello no podría siquiera merecer tal nombre, razón por la cual la Constitución no sólo la otorga a todos sin excepción alguna, ni personal, ni objetiva, sino que la asegura a ultranza en todo caso poniendo a su servicio, incluso, el amparo constitucional"
Muchos ciudadanos exigimos que se expliquen las razones que llevan a la Administración, por ejemplo, a cambiar más de 20.000 metros cuadrados edificables a cambio de una escuela infantil de 900 (la Comisión de Gobierno sabe por el concurso de Getafe Norte que el metro cuadrado de vivienda libre en Getafe costaba en esos momentos más de 1.000 euros; la construcción en torno a 700 euros. ¿El que era edil de urbanismo sabe matemáticas básicas? ¿20.000x1.000 = 900x700?
Por ejemplo, a conocer las razones del desarrollo «Tordesillanos» en el que se cambian unos terrenos ocupados desde hace tiempo por el Ayuntamiento para campitos de fútbol en Perales del Río y de los que nadie se había preocupado hasta que se adquieren por determinadas empresas. Y es, precisamente entonces, cuando el Ayuntamiento aprueba "in extremis" el "convenio" en el que se le asigna una edificabilidad residencial junto a El Bercial para beneficio de los mismos particulares de siempre, y con unas plusvalías que pueden superar los 18 millones de euros (¿han vendido a otra empresa antes de la aprobación por el Pleno del convenio?) uy, uy...
Por ejemplo, se debe explicar la razón por la que en El Rosón, donde se proyectan 2.750 viviendas (la mitad de El Bercial) no se destina reserva alguna de viviendas protegidas contra el 80% que se impone en otros sectores.
¿Por qué el coste de los puentes previstos entre El Bercial y el Rosón no es sufragado igualmente y en proporción a los beneficios generados por El Rosón? Se debe explicar la razón de ubicar unos puentes que cuestan más de 12 millones de euros y que, cuando se cumpla el sueño del alcalde de enterrar la N-401, habrá que tirar a la basura? ¿Tendrá que ver con la expropiación de alguna industria del Polígono El Rosón que se resiste a pactar con los de siempre?
La motivación de todas estas decisiones puede ser la diferencia entre lo discrecional y lo arbitrario. Si no hay motivos que beneficien el interés general, la decisión o decisiones se habrán basado en la "voluntad" de quienes la adoptan o en el poder personal de aquellos que representan la administración de los vecinos, apoyo insuficiente en un Estado de Derecho.

La conclusión más evidente es que el alcalde, el anterior edil de Urbanismo y los Servicios Técnicos Municipales han sido incapaces de aprobar el Plan General en cuanto a lo que más le preocupa a los vecinos: la vivienda. Y hay que recordar que el Ayuntamiento destinó unas buenas "pagas extras" a los técnicos y funcionarios para "intentar aprobar" esta asignatura.
Pero el curso del anterior concejal de Urbanismo sólo pasará a la historia local por haber aumentado la tradicional "limitación de alturas" de los edificios y que, en algún caso, en el casco urbano, ha pasado de tres o cuatro a nueve.

"Valgan las reflexiones para acreditar que la discrecionalidad del planeamiento tiene límites y que, por tanto, cabe enjuiciar las decisiones adoptadas que en muchos casos no parten de la necesidad de resolver problemas de interés general, sino que, en su mayoría, se crean artificialmente para que, con ella, se produzca el escandaloso enriquecimiento de particulares. Y con absoluto desprecio del interés público."

En la fotografía: Francisco J. Hita Gamarra, ex concejal del urbanismo
Artículo publicado en la revista Observador
Getafe (Madrid), diciembre de 2003

Poner la zorra a cuidar las gallinas

Nunca digas nunca jamás. Será mentira. Lo contrario sería darle la razón, sin tenerla, al primer edil de nuestra ciudad. Ante la campaña desatada por Castro con su "Nunca más" al sistema de gestión de El Bercial tenemos que reclamar la atención no sólo de la máxima autoridad sino del resto de vecinos. El Bercial no es el Prestige, todo lo contrario; la Junta de Compensación de El Bercial es fruto del consenso social y político. Y técnico: es preciso subrayar que toda Junta de Compensación está "tutelada" por el Ayuntamiento y que todos los trámites administrativos y de planeamiento tienen su correspondiente aprobación en el Ayuntamiento de Getafe. Así, cuando se entreguen las únicas viviendas protegidas que se acabarán en esta legislatura (Bercial y Perales del Río) tendremos que felicitarnos todos: los políticos, los técnicos, las cooperativas y los vecinos.

El "nunca mais" de los gallegos, en boca del alcalde y de sus socios de Izquierda Unidad para desprestigiar un buen sistema (que ha funcionado muy bien para las cooperativas de viviendas y para los vecinos) suena a cachondeo; a querer resucitar muertos urbanísticos que faciliten el "populismo" de corto plazo y que como la deuda pública vence; y antes de que termine la legislatura.

Este debate, que se produce en las alturas políticas (y técnicas) del Ayuntamiento de Getafe, se vive en el pueblo con desconcierto. Mientras el Boletín Municipal dice que las Viviendas de Los Molinos y Sector 3 son ya una realidad, que el Plan General bendice los nuevos barrios, el concejal de Urbanismo sale en Telemadrid y dice que el Plan General no está aprobado. ¡A ver si se ponen de acuerdo!; desde fuera, el ayuntamiento de Getafe genera la sensación de desgobierno, de falta de rumbo, de tapar temas con proyectos caducos, de acumular mentiras,
....

El Alcalde, en un intento de gobernar la crisis, advierte a los vecinos del riesgo que cometen algunos ciudadanos al ingresar dinero en las cooperativas para los nuevos barrios sin especificar que hay cooperativas y "cooperativas". Que, al margen de esas importantes comillas, el alcalde sabe que el objeto social de las cooperativas (figura del ordenamiento económico-legal muy importante a nivel nacional y sobre todo local) es la de promover viviendas para sus socios. Y no hay manera mejor de hacerlo que adquiriendo terreno: y para ello hay que poner dinero. No hay otra forma.

Otra cosa es quién forma parte de la cooperativa, cuáles son sus objetivos transparentes y quién la gestiona. Nuestro alcalde no habla claro. Hay que decir que no se puede poner a la zorra a guardar las gallinas. Y eso es lo que pasa. Si el nuevo gestor de cooperativas es PSG, siglas de Propietarios de Suelo de Getafe (empresa en la que participa un conocido intermediario de terrenos), si en los consejos rectores hay familiares directos de propietarios de suelo, familiares de concejales..., todo el mundo entenderá que se trata de un ardid, una estrategia que busca subir el precio del suelo y llevarse las comisiones, quedarse con el trabajo de las empresas gestoras y ... desacreditar un sector con unos resultados impecables en Getafe. Pobres gallinas...

Pero el alcalde, metido en faena –como en sus tiempos mozos- se suelta la melena, y le dice a Esperanza Aguirre que quiere hacer los nuevos barrios por el sistema de expropiación y para ello propone que sea el Consorcio Getafe Norte el que los desarrolle. Y piensa en utilizar las plusvalías generadas a costa de los vecinos de este barrio para expropiar los Molinos y Buenavista. Lamentable. Esas plusvalías deben utilizarse en beneficio de los propios vecinos. Getafe norte es un barrio que necesita bastantes equipamientos sociales. Esas plusvalías también se podrían utilizar para pagar parte del puente que unirá Carrefour con El Corte Inglés, en vez de pagarlo con dinero público del resto de getafenses.

El Consorcio Getafe Norte no puede ser ejemplo de nada. De nada. Es el responsable de la subida del precio de las viviendas con el último concurso (más bien subasta, en contra de la Ley) de "la plaza de toros" donde en un solar dotacional se ubicarán 200 nuevas viviendas no previstas en el Plan Parcial.

El Consorcio Getafe Norte aún cuenta con flecos legales y económicos importantes con Hacienda, con promotores y vecinos del barrio. Por no haber hecho, ni siquiera ha pagado aún a algunos propietarios que ganaron en los tribunales un justiprecio superior a las 8.000 pesetas metro. Genial. Seguiremos pagando intereses.

Los Consorcios Urbanísticos han sido denunciados públicamente por promotores y gestores como "ventanillas" políticas en las que se pedían "entre 500.000 y 600.000 de las antiguas pesetas por vivienda". Sin comentarios.

Y por último, como el alcalde no se entera, tendremos que decirlo. El Consorcio Getafe Norte (al igual que el de Leganés Norte) estaba gestionado por Pedro Gómez Blázquez, dicen que amigo de Leguina y al que Gallardón dejó hacer. El alcalde de Getafe y la Comunidad de Madrid deben saber que este señor está implicado directamente en empresas que se dedican a gestionar viviendas, urbanizar, etc.. Pedro Gómez puede presumir de ser más listo, incluso, que el otro. Participa como administrador en diez empresas, de las cuales 8 tienen por objeto el negocio inmobiliario; y una UTE (también inmobiliaria). El capital social de las empresas inmobiliarias en las que participa es de 6.244.499 euros. La mayor parte de ellas constituidas entre mayo de 2002 y septiembre de 2003. Con conocidos socios en Getafe y Leganés (incluso algunos han recibido adjudicaciones de los consorcios... ). Alucinante. ¿Otra zorra guardando las gallinas?
Nuestro alcalde, como un viejo luchador, ha perdido el sentido de la orientación y del equilibrio, intentando imponer su opinión sólo con el aval de una dilatada carrera. Que no es poco, pero que necesita como todo en la vida, la tranquilidad y el sosiego de etapas nuevas y diferentes. Podría llegar el momento de que se produzca un relevo generacional, necesario para él que podría ocupar otras responsabilidades de "mayor altura", incluso la de defender los intereses de la zona sur madrileña en la Europa de las Regiones. Getafe, ya, necesita otro alcalde.

Artículo publicado en la revista Observador
Getafe (Madrid), diciembre de 2003