Se supone que el legislador ha tratado, con la modificación de la Ley Orgánica, de eliminar el periodo de precampaña electoral y evitar una saturación de contenidos publicitarios, de gasto, la mayor parte de las veces superfluo, aunque parece que esta primera convocatoria ha derivado en todo lo contrario.
Así, el otro día, una vecina se quejaba de la careta del candidato del PP a la alcaldía de Getafe que había embuzonado esta formación. Al diseño carnavalesco de la careta, en cartulina couché, troquelada con la forma y el tamaño, incluso con la parte trasera, reproduciendo innecesariamente, casi obscena [por su coste, sobre todo] el occipucio y el cabello que aún crece en esa parte de la cabeza de Juan Soler. Parece un gasto que contradice las mismas propuestas que preconiza el propietario de la cara de la portada en el interior, de reducir y restringir los gastos innecesarios en el ayuntamiento, aplicando políticas de austeridad; no solo hay que proponerlo; hay que, debe, además de cumplirlo, parecer que se hace. Aunque ya saben, sufridos lectores, aquello del predicador y el trigo,... Es penoso el derroche de dinero. Da igual que nos quejemos; ellos, los políticos, van a su bola, aunque ello signifique, siempre, gastar sin pudor ni vergüenza el dinero que no es suyo. Si no se le conoce es porque lleva apenas dos meses corre que te corre por las calles del municipio. No parece que la solución sea folletos carísimos y horteras. ¿Quién decía el otro día que había visto a dos jóvenes, agarrados de la mano, bailando con las caretas? Es para tomárselo a chufla.
La modificación de la Ley también recoge la prohibición de difundir encuestas los últimos cinco días de la campaña electoral. Durante esta semana ha empezado a sonar la pólvora de las encuestas electorales en Getafe, que podrá llegar , tirando petardos y cumpliendo la Ley, aunque sean mentira, manipuladas y de muchos colores, hasta la misma semana de las votaciones.
Casi a la misma vez, coincidentes en su aparición pública, el periódico de [Francisco] Felipe González [Gervaso], Al cabo de la Calle, y el de Raúl Heras Planells, Crónica de Getafe, han difundido sendas encuestas sobre la intención de voto en el municipio de Getafe. Ambos editores, convinieron igualmente en encargar sus respectivas encuestas a la misma empresa de estudios de mercados y demoscopia, en este singular caso y sincronía, a Sigma Dos. O, simplemente, cosa ya de por sí extraordinaria por los resultados que ofrecen, es la misma.
La que publica Al cabo de la Calle contiene algunos errores de bulto que, en un primer vistazo, achacamos a la inexperta redacción. En los datos del semicírculo de la tarta interior, los que corresponden al año 2007, la portada de la publicación, al igual que en su interior, le adjudica a UPyD un porcentaje del 1,2 por ciento de los votos. Lo cierto es que UPyD, “la marea magenta”, no estuvo presente en las mesas de aquella convocatoria. Sin embargo, la responsabilidad del error no se debe atribuir en primera instancia a unos despistados periodistas o a un director desconocedor de la realidad getafense. El error es de la empresa encargada del sondeo, Sigma Dos. Aunque el periódico, el director y la redacción, certifican su desconocimiento del municipio, la propia empresa demoscópica ha reconocido su error por teléfono, a nivel particular, asumiendo la responsabilidad del gazapo. Parece que el medio seguirá concatenando más rectificaciones de las recomendables en un medio de comunicación serio. Lo lamentable, seguramente desvirtúa su validez, es la ausencia de datos de la cuarta opción con más votos en los anteriores comicios, la candidatura de Vientos del Pueblo, con un 3,8 % de los votos emitidos válidos. Esa omisión, posiblemente, condiciona los resultados de la convocatoria que pronostica; y además con un daño en la imagen de Vientos del Pueblo, difícil de subsanar. Eso es, claramente, manipulación. Parece difícil que una opción que contó casi con un cuatro por ciento, no aparezca, en la conjetura ni siquiera con un 1,2 por ciento en la intención de voto.
UPyD se presentó por primera vez en las Elecciones Generales de 2008, recibiendo en Getafe [Rosa Díez] el 3,45 % de los votos emitidos; a nivel nacional, sí fue del 1,2 por ciento de los votos. No parece increíble la intención de voto que le atribuye para los comicios del próximo día 22 de mayo, incluso podría ser algo mayor. Lo que resulta, claramente increíble, es el resultado que Al cabo de la Calle atribuye a los dos partidos con mayor representación. El periódico, claramente pro PP, propiedad del constructor Felipe González, sugiere con su vaticinio o presentimiento un terremoto electoral; el que recibía un 36,4 % de los votos pasaría a tener un 43,7 % y el que tenía un 44,2% se quedaría en un 36,4%. Es curioso. Hablando siempre, está claro, de intención de voto. Un vuelco espectacular que bien podrían parecerse a los que resulten de la desigual lid entre Esperanza Aguirre y Tomás Gómez en la demarcación electoral de Getafe. A pesar de su margen de confianza del 95,5 por ciento y del margen de error de “solo” el 3,5 por ciento. Todo muy técnico; pero... con indicios de falsedad, a lo mejor no intencionada. Pero falsedad.
La encuesta del periódico Al cabo de la Calle ha suscitado diversos comentarios en el pueblo. Al parecer su editor, promotor y constructor, ofreció a otros medios compartir la encuesta, que le había costado –según iba diciendo- unos 10.000 euros; incluso se atrevió a ofrecérsela al Getafe Capital , claramente de tendencia pro PSOE, por la mitad de ese presunto coste y que rechazó la propuesta no sin cierta sorna. A la vista de la negativa del periódico de [Paulino] Jesús Prieto de la Fuente, Felipe González se decidió a ofrecer la encuesta, casi a precio de saldo (4.000 euros), a otros partidos políticos con buenos resultados como PP, IU o UPyD. Lo cierto es que el único que pudo haberse interesado por asumir o compartir el coste del sondeo era el gran beneficiado de los datos, el candidato del PP, que en esos mismo días –se rumorea- tuvo un altercado de cierto nivel sonoro en una sucursal de un céntrico banco al pedir que adelantaran los fondos que regularmente transfiere el ayuntamiento a los grupos municipales. A lo peor, la encuesta y la careta la hemos pagado todos.
El sondeo realizado para el Crónica, que se difundía en la portada de su número del pasado día 22, otorga al Partido Popular una ventaja sobre el Partido Socialista de, atención, “un punto en intención de voto” (1%). Que sepamos, y si no cogemos una calculadora, de un 36,4 a casi un 43,7 van más de siete puntos porcentuales. Esta versión de la encuesta, desconocemos si ha sido confeccionada por el mismo equipo técnico de la empresa Sigma Dos que la otra, asegura que la imagen de los dos partidos, por parte de los encuestados, se diferencia en una cifra realmente cercana y atrevida: ¡¡¡cuarenta centésimas!!! Los ciudanos otorgan la misma valoración al PP y al PSOE. Una precisión, fuera del calibre técnico del sondeo, que sobrepasa con creces el nivel de confianza y el margen de error de la encuesta.
El sondeo realizado para el Crónica de Getafe, incluso, llega a realizar valoraciones sobre los candidatos. Se supone que la valoración del candidato del PP pasará, antes de su calificación, por su grado o nivel de conocimiento público. En cuanto al actual alcalde, Pedro Castro, 40 por ciento de los encuestados califica su labor de buena o muy buena" y, hasta un 35 por ciento más, la considera "regular". Resumiendo, el 75 por ciento de los vecinos aprueba la gestión del alcalde, aunque sea "raspando". Parece difícil augurar unos resultados tan malos, teniendo ese nivel de aceptación.
Esto sí que es mala pata, que a la misma empresa de estudios de mercado le den resultados tan distintos hablando de lo mismo, preguntando lo mismo, con el mismo universo y, encima, con esa presunción de exactitud, marca consolidada y certificados de calidad. ¡Como para confiar!
En la tabla inferior, hemos concentrado los resultados, con porcentaje y número de ediles, de los comicios municipales en Getafe desde que Pedro Castro se presenta como candidato a la alcaldía. Los datos históricos, redondeados para su inclusión en la tabla, se pueden consultar en el Ministerio del Interior.
Si confeccionamos una curva que represente la trayectoria de los partidos con puntos suficientes para elaborar el gráfico, obtendremos una proyección que, a salvo de la influencia de otros factores como el tirón de la presidenta regional Esperanza Aguirre o el desmoronamiento del PSOE que protagoniza el presidente Zapatero, podríamos tener otros datos igualmente creíbles, o más. En general los ciudadanos [un buen número] distinguen entre el voto nacional, el regional y el local. No tiene nada que ver. Y así ha sido histórica y estadísticamente. No hay, como es evidente, razón por la que no pueda pasar. Mayores y más asentados mitos se han caido en lo que llevamos de siglo. Pero no es fácil [ni agradable] pensar en un color homogéneo, dominando el gobierno central, tintado el regional y en el ayuntamiento. Sea azul, o rojo, parece absolutamente gris.
Si confeccionamos una curva que represente la trayectoria de los partidos con puntos suficientes para elaborar el gráfico, obtendremos una proyección que, a salvo de la influencia de otros factores como el tirón de la presidenta regional Esperanza Aguirre o el desmoronamiento del PSOE que protagoniza el presidente Zapatero, podríamos tener otros datos igualmente creíbles, o más. En general los ciudadanos [un buen número] distinguen entre el voto nacional, el regional y el local. No tiene nada que ver. Y así ha sido histórica y estadísticamente. No hay, como es evidente, razón por la que no pueda pasar. Mayores y más asentados mitos se han caido en lo que llevamos de siglo. Pero no es fácil [ni agradable] pensar en un color homogéneo, dominando el gobierno central, tintado el regional y en el ayuntamiento. Sea azul, o rojo, parece absolutamente gris.
Nuestra predicción, basada en datos reales históricos y en la proyección final de la curva, la tendencia o inercia, no es más mentira ni más verdad que las otras; tómese como otra adivinación, otro pronóstico, una conjetura, un augurio, una apuesta, una... "porra". En el gráfico faltarían los resultados, por la ausencia de puntos de inflexión históricos, de UPyD y de Vientos del Pueblo. Les asignaremos, con el mismo certificado de verosimilitud, un 4,8 y un 2,3 por ciento, respectivamente de los votos emitidos. Pero, ya saben, los resultados, el próximo 22 de mayo; hasta entonces, felices encuestas, sondeos y mentiras. ¿Y la publicidad?