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27 de marzo de 2011

Encuestas y mentiras estadísticas

El pasado día 29 de enero el BOE publicaba la Ley Orgánica 28/2011 por la que se modifica la Ley Orgánica 5/1985, de 19 de junio, de Régimen Electoral General (LOREG). La nueva Ley modifica de alguna manera los plazos para hacer publicidad y propaganda electoral, prohibiéndose desde el próximo día 29 de marzo, fecha en la que se publicará la convocatoria electoral, hasta el inicio de la campaña, intentando evitar de esta manera la precampaña. Lo único que ha conseguido esta reforma ha sido adelantar las campañas de imagen y publicidad, concentrar las inauguraciones y no impedir que las obras sigan, que se sigan acabando y que los gobiernos locales puedan seguir visitando esas actuaciones, incluso al momento de ser acabadas y hacerse la foto. También se limita la publicidad institucional en prensa, radio y televisión, aunque deja  –sin saber muy bien cómo puede controlar ese fenómeno- sin regular la que se difunde a través de internet, la red de redes, el resto de redes sociales, incluso las redecillas, blogs, videos virales, etc.. Ya se sabe, quien hace la Ley hace la trampa.

Se supone que el legislador ha tratado, con la modificación de la Ley Orgánica, de eliminar el periodo de precampaña electoral y evitar una saturación de contenidos publicitarios, de gasto, la mayor parte de las veces superfluo, aunque parece que esta primera convocatoria ha derivado en todo lo contrario.

Así, el otro día, una vecina se quejaba de la careta del candidato del PP a la alcaldía de Getafe que había embuzonado esta formación. Al diseño carnavalesco de la careta, en cartulina couché, troquelada con la forma y el tamaño, incluso con la parte trasera, reproduciendo innecesariamente, casi obscena [por su coste, sobre todo] el occipucio y el cabello que aún crece en esa parte de la cabeza de Juan Soler. Parece un gasto que contradice  las mismas propuestas que preconiza el propietario de la cara de la portada en el interior, de reducir y restringir los gastos innecesarios en el ayuntamiento, aplicando políticas de austeridad; no solo hay que proponerlo; hay que, debe, además de cumplirlo, parecer que se hace. Aunque ya saben, sufridos lectores, aquello del predicador y el trigo,...  Es penoso el derroche de dinero. Da igual que nos quejemos; ellos, los políticos, van a su bola, aunque ello signifique, siempre, gastar sin pudor ni vergüenza el dinero que no es suyo. Si no se le conoce es porque lleva apenas dos meses corre que te corre por las calles del municipio. No parece que la solución sea folletos carísimos y horteras. ¿Quién decía el otro día que había visto a dos jóvenes, agarrados de la mano, bailando con las caretas? Es para tomárselo a chufla.

La modificación de la Ley también recoge la prohibición de difundir encuestas los últimos cinco días de la campaña electoral. Durante esta semana ha empezado a sonar la pólvora de las encuestas electorales en Getafe, que podrá llegar , tirando petardos y cumpliendo la Ley, aunque sean mentira, manipuladas y de muchos colores, hasta la misma semana de las votaciones.

Casi a la misma vez, coincidentes en su aparición pública, el periódico de [Francisco] Felipe González [Gervaso], Al cabo de la Calle, y el de Raúl Heras Planells, Crónica de Getafe, han difundido sendas encuestas sobre la intención de voto en el municipio de Getafe. Ambos editores, convinieron igualmente en encargar sus respectivas encuestas a la misma empresa de estudios de mercados y demoscopia, en este singular caso y sincronía, a Sigma Dos. O, simplemente, cosa ya de por sí extraordinaria por los resultados que ofrecen, es  la misma.

La que publica Al cabo de la Calle contiene algunos errores de bulto que, en un primer vistazo, achacamos a la inexperta redacción. En los datos del semicírculo de la tarta interior, los que corresponden al año 2007, la portada de la publicación, al igual que en su interior, le adjudica a UPyD un porcentaje del 1,2 por ciento de los votos. Lo cierto es que UPyD, “la marea magenta”, no estuvo presente en las mesas de aquella convocatoria. Sin embargo, la responsabilidad del error no se debe atribuir en primera instancia a unos despistados periodistas o a un director desconocedor de la realidad getafense. El error es de la empresa encargada del sondeo, Sigma Dos. Aunque el periódico, el director y la redacción, certifican  su desconocimiento del municipio, la propia empresa demoscópica ha reconocido su error por teléfono, a nivel particular, asumiendo la responsabilidad del gazapo. Parece que el medio seguirá concatenando más rectificaciones de las recomendables en un medio de comunicación serio. Lo lamentable, seguramente desvirtúa su validez, es la ausencia de datos de la cuarta opción con más votos en los anteriores comicios, la candidatura de Vientos del Pueblo, con un 3,8 % de los votos emitidos válidos. Esa omisión, posiblemente, condiciona los resultados de la convocatoria que pronostica; y además con un daño en la imagen de Vientos del Pueblo, difícil de subsanar. Eso es, claramente, manipulación. Parece difícil que una opción que contó casi con un cuatro por ciento, no aparezca, en la conjetura ni siquiera con un 1,2 por ciento en la intención de voto.

UPyD se presentó por primera vez en las Elecciones Generales de 2008, recibiendo en Getafe [Rosa Díez] el 3,45 % de los votos emitidos; a nivel nacional, sí fue del 1,2 por ciento de los votos. No parece increíble la intención de voto que le atribuye para los comicios del próximo día 22 de mayo, incluso podría ser algo mayor. Lo que resulta, claramente increíble, es el resultado que Al cabo de la Calle atribuye a los dos partidos con mayor representación. El periódico, claramente pro PP, propiedad del constructor Felipe González, sugiere con su vaticinio o presentimiento un terremoto electoral; el que recibía un 36,4 % de los votos pasaría a tener un 43,7 % y el que tenía un 44,2% se quedaría en un 36,4%. Es curioso. Hablando siempre, está claro, de intención de voto. Un vuelco espectacular que bien  podrían parecerse a los que resulten de la desigual lid entre Esperanza Aguirre y Tomás Gómez en la demarcación electoral de Getafe. A pesar de su margen de confianza del 95,5 por ciento y del margen de error de “solo” el 3,5 por ciento. Todo muy técnico; pero... con indicios de falsedad, a lo mejor no intencionada. Pero falsedad.

La encuesta del periódico Al cabo de la Calle ha suscitado diversos comentarios en el pueblo. Al parecer su editor, promotor y constructor, ofreció a otros medios compartir la encuesta, que le había costado –según iba diciendo- unos 10.000 euros; incluso se atrevió a ofrecérsela al Getafe Capital , claramente de tendencia pro PSOE, por la mitad de ese presunto coste y que rechazó la propuesta no sin cierta sorna. A la vista de la negativa del periódico de [Paulino] Jesús Prieto de la Fuente, Felipe González se decidió a ofrecer la encuesta, casi a precio de saldo (4.000 euros), a otros partidos políticos con buenos resultados como PP, IU o UPyD. Lo cierto es que el único que pudo haberse interesado por asumir o compartir el coste del sondeo era el gran beneficiado de los datos, el candidato del PP, que en esos mismo días –se rumorea- tuvo un altercado de cierto nivel sonoro en una sucursal de un céntrico banco al pedir que adelantaran los fondos que regularmente transfiere el ayuntamiento a los grupos municipales. A lo peor, la encuesta y la careta la hemos pagado todos.

Sin embargo, lo que realmente confirma nuestras sospechas de manipulación, ya sea por parte de Sigma Dos, o de alguno de los dos medios de comunicación citados, es el propio sondeo que también difundía esta semana el periódico Crónica Getafe y del que se pueden leer en la ilustración el adelanto que ofrecía en su portada y que -según anunciaba el propio medio-, ampliará la próxima semana. Lo extraordinario de los resultados no es que sean radicalmente diferentes, posible y casi habitual cuando se habla de sondeos políticos, sino que ambos hayan sido cocinados por la misma empresa: Sigma Dos.

El sondeo realizado para el Crónica, que se difundía en la portada de su número del pasado día 22, otorga al Partido Popular una ventaja sobre el Partido Socialista de, atención, “un punto en intención de voto” (1%). Que sepamos, y si no cogemos una calculadora, de un 36,4 a casi un 43,7 van más de siete puntos porcentuales. Esta versión de la encuesta, desconocemos si ha sido confeccionada por el mismo equipo técnico de la empresa Sigma Dos que la otra, asegura que la imagen de los dos partidos, por parte de los encuestados, se diferencia en una cifra realmente cercana y atrevida: ¡¡¡cuarenta centésimas!!! Los ciudanos otorgan la misma valoración al PP y al PSOE. Una precisión, fuera del calibre técnico del sondeo, que sobrepasa con creces el nivel de confianza y el margen de error de la encuesta.

El sondeo realizado para el Crónica de Getafe, incluso, llega a realizar valoraciones sobre los candidatos. Se supone que la valoración del candidato del  PP pasará, antes de su calificación, por su grado o nivel de conocimiento público. En cuanto al actual alcalde, Pedro Castro, 40 por ciento de los encuestados califica su labor de buena o muy buena" y, hasta un 35 por ciento más, la considera "regular". Resumiendo, el 75 por ciento de los vecinos aprueba la gestión del alcalde, aunque sea "raspando". Parece difícil augurar unos resultados tan malos, teniendo ese nivel de aceptación.
 
Esto sí que es mala pata, que a la misma empresa de estudios de mercado le den resultados tan distintos hablando de lo mismo, preguntando lo mismo, con el mismo universo y,  encima, con esa presunción de exactitud, marca consolidada y certificados de calidad. ¡Como para confiar!


En la tabla inferior, hemos concentrado los resultados, con porcentaje y número de ediles,  de los comicios municipales en Getafe desde que Pedro Castro se presenta como candidato a la alcaldía. Los datos históricos, redondeados para su inclusión en la tabla, se pueden consultar en el Ministerio del Interior.

Si confeccionamos una curva que represente la trayectoria de los partidos con puntos suficientes para elaborar el gráfico, obtendremos una proyección que, a salvo de la influencia de otros factores como el tirón de la presidenta regional Esperanza Aguirre o el desmoronamiento del PSOE que protagoniza el presidente Zapatero, podríamos tener otros datos igualmente creíbles, o más. En general los ciudadanos [un buen número] distinguen entre el voto nacional, el regional y el local. No tiene nada que ver. Y así ha sido histórica y estadísticamente. No hay, como es evidente, razón por la que no pueda pasar. Mayores y más asentados mitos se han caido en lo que llevamos de siglo. Pero no es fácil [ni agradable] pensar en un color homogéneo, dominando el gobierno central, tintado el regional y en el ayuntamiento. Sea azul, o rojo, parece absolutamente gris.

Nuestra predicción, basada en datos reales históricos y en la proyección final de la curva, la tendencia o inercia, no es más mentira ni más verdad que las otras; tómese como otra adivinación, otro pronóstico, una conjetura, un augurio, una apuesta, una... "porra". En el gráfico faltarían los resultados, por la ausencia de puntos de inflexión históricos, de UPyD y de Vientos del Pueblo. Les asignaremos, con el mismo certificado de verosimilitud, un 4,8 y un 2,3 por ciento, respectivamente de los votos emitidos. Pero, ya saben, los resultados, el próximo 22 de mayo; hasta entonces, felices encuestas, sondeos y mentiras. ¿Y la publicidad?

20 de marzo de 2011

Resultados visibles y transparentes

La campaña publicitaria y la búsqueda del voto de cara a las elecciones del próximo mes de mayo discurre con algunos sobresaltos, más de lo que podría anticipar la escasa tensión social y su discurrir flojo, muy diferente a otras convocatorias anteriores. Y eso, a pesar del torbellino de acontecimientos de los últimos cuatro meses, tiempo suficiente para que Pedro Castro, titular actual y, por enésima vez, candidato a la alcaldía del PSOE, consiga dejar atrás en esta carrera que se repite cada cuatro años, como la maratón olímpica, a tres de los candidatos de los principales partidos o coaliciones convocados a los comicios municipales [y sin apenas esfuerzo].

No vamos a hacer recuento de todos los que alguna vez, durante las ocho veces que Castro se ha examinado ante los ciudadanos para el cargo de alcalde, se han enfrentado a él, con ilusión o desidia y resignación, para intentar arrebatarle el bastón de mando. Sería largo y tedioso. Muchos vecinos sólo han conocido a un alcalde. Todo un récord, en sí mismo, difícil de batir en el futuro. El candidato socialista cumplirá, el próximo 3 de abril, treinta y dos años como cargo electo. La vida pasa, y los candidatos de la oposición;  él sigue.

Qué se puede decir de su capacidad política, de su afán, de su incansable actividad, de su constante renovación, de su estallido final de inauguraciones, duplicándose para asistir a actos vecinales, plantaciones de árboles, convenios sociales, culturales, sindicales, deportivos, y de todo tipo, revisando las obras, paseando por las calles, inundando con su presencia, sea día laborable o festivo escenarios inalcanzables para cualquier otro, candidato, acompañante o pretendiente.

¡Quién diría que las dos imágenes de la izquierda son de la misma actriz!; y podría cualquiera, llegado el caso, enamorarse una quimera, de algo que solo existe en la ficción, en el postizo y el maquillaje.

Para cumplir el eslogan que ya luce en su publicidad, resultados visibles, y que  sugiere como en el caso de la Longoria el uso, abuso y manejo del photoshop, el “peeling”, o el gasto excesivo y desproporcionado de cremas rejuvenecedoras y exfoliantes o, rápido como el puntero del ratón, la cirugía digital, el candidato socialista, valga la contradicción con el mismo lema, pero acorde con el mensaje, se ha quitado las gafas y ha plagado algunos barrios con modernas y “sostenibles” farolas para que iluminen, imaginamos, los compromisos transparentes. ¡Cómo luce, “viejomán”!

Hay que anotar que la primera derrotada en este trasiego, aunque sigue en carrera, ha sido su propia compañera, ahijada política y teniente de alcalde, Sara Hernández. Algo que parecía evidente desde que se plantó frente al alcalde y vendió su apoyo al candidato regional Tomás Gómez a cambio de la primera posición en la lista de los socialistas getafenses. No ocurrió ni podía ser que pasara, pensamos. Un error que marcará en el futuro, para bien o para mal, el destino político de su protagonista.


Granito a granito

El declive [político], o más bien caída, del portavoz municipal del Partido Popular era un hecho anunciado por los rumores que se extendían desde los mismos aledaños del poder regional. Ha sido abandonado por la misma fuerza que le encumbró. El castigo que su propio partido ha infligido a González, para unos ha sido desmesurado y cruel; para otros, a cada acción corresponde una reacción, acertado y cabal. La trayectoria de Carlos González Pereira se ha visto marcada, además de por algunos conflictos sociales y políticos como el caso PSG, por la anodina imagen que ofrecía un PP sin ideas, atenazado por algunas incipientes y peligrosas amistades, temores y peligros a los que no ha sabido sobreponerse, ni él ni su partido, o, al menos, reaccionar tímidamente.
                           
Tras acariciar el objetivo de enfrentarse a Pedro Castro, pasará [González] a la historia local como el eterno pretendiente, candidato a candidato, incapaz de encaramarse en poder de su partido a nivel local ni de encauzar los conflictos permanentes en el seno del PP local, en continuo arrebato tras el paréntesis de la “pax romana” que terminó imponiendo José Luis Moreno; tras suceder a este último, sin el necesario consenso o refrendo local, y designado por Esperanza Aguirre como líder del partido, ha sido igualmente defenestrado por orden de la autoridad superior (casi como se hacía en el Renacimiento, tirándolo por la ventana) cuatro meses antes de la convocatoria definitiva de su vida.

Parecía [la sustitución de González] un hecho, un rumor cantado y casi anunciado por la dirección regional del PP. Además, "Carlitos", como le llaman sus falsos amigos y sus enemigos, no tenía ni siquiera ganas de enfrascarse en una verdadera pelea electoral. No fuera que la refriega pudiera salpicar, o incluso escaldar, al aún portavoz de los populares getafenses. En su lugar llegó, a la capital del sur procedente de la capital del reino, designado como no podía ser de otra manera por la presidenta regional, el enésimo candidato conservador a "jubilar" al "rejuvenecido" Pedro Castro: Juan Soler-Espiauba.

El flamante candidato de los populares, Juan Soler-Espiauba, es un perfecto desconocido que, como cuando alguien resulta, a expensas de una herencia o un sorteo, en nuevo rico anda gastando en poco tiempo una fortuna en enormes e inverosímiles fotos adosadas a la trasera de los autobuses urbanos y a las cabinas de teléfonos. Corre, corre, el candidato en una correría sin tiempo apenas para darse a conocer en empresas, echando el bofe por llegar a los últimos rincones de este, su actual destino, citando asociaciones, visitando mercadillos, recorriendo las calles, entrando en los comercios, en los bares, comiendo en los restaurantes, asistiendo al fútbol "con el corazón partío", sin sentir especial pasión por el fútbol, entre el equipo de su ciudad natal, el Rácing de Santander, y la necesaria, imprescindible y casi obligatoria afiliación al equipo de la ciudad que pretende gobernar. No se trata de recaudar nuevos votos, lo importante es no perder los de los numerosos aficionados que consideran más importante la marcha del equipo que unas elecciones en las que nunca se resuelve nada.

Hay quien piensa que el candidato popular José Luis Moreno perdió las anteriores comicios por la marea azul, casi un tsunami, que produjo la final de la copa del Rey. Las elecciones en Getafe son veintisiete contra veintisiete y siempre [hasta ahora] gana Castro. Puro fútbol.

Anda [el nuevo candidato a alcalde] más despistado que un pavo en un garaje a pesar de las buenas intenciones por acercarse, apenas rozar, en tan poco espacio de tiempo a la sociedad getafense, una actividad entre lo real y lo digital, que se resume en sus entradas en las redes sociales, sobre todo en el escueto twitter. Piensan los modernos estrategas de imagen, incluso los modernos candidatos que esa actividad virtual, plasmada en la red, condicionará el resultado de las votaciones, sin llegar a reflexionar o a concluir que eso solo vale para anunciar lo poco o lo mucho que se anda, y vacilar a los colegas y contestar o transmitir laa mismas tonterías que andan dando vueltas entre los ciento cincuenta y dos  frikis del iPhone.

Su precampaña se está completando con actos en los distintos barrios, "para conocer de primera mano los problemas y las inquietudes de los vecinos, porque quiero que mi proyecto, -asegura el candidato en una de las fotocopias embuzonadas-, esté formado por el granito de arena que cada uno de vosotros pueda aportar". Pues en qué poca cosa valora el candidato popular la aportación de la ciudadanía. En un puñado de arena, ni más ni menos, de cualquier playa cabe todo lo que puede, o podría, aportar el pueblo de Getafe a su programa de gobierno. ¿Cuánto mide un grano de arena? Poca cosa parece.

El autobús, tras dar algunas vueltas por el casco urbano, se dirige de nuevo a Madrid por la A-42. Y ni siquiera se ha dado cuenta. El fotógrafo sí ha captado ese detalle. No hay espacio para la reflexión, para el conocimiento, para la charla tranquila, sin prisas. Apenas hay tiempo.


Sobran los motivos 

El último en caerse de las papeletas, segado por la guadaña política, ha sido el simpático candidato de Izquierda Unida, Javier Viondi. Alguien creyó que era el momento oportuno, aún con la espiga sin granar, de guillotinar su breve trayectoria pública. Nadie se explica el infantil empeño, la estúpida necesidad de engordar el currículo, de parecer lo que no se es, de figurar, fingir o simular lo innecesario, en este caso accesorio y más en una coalición como Izquierda Unida donde prevalecen los "méritos" obreros y la capacidad de lucha y resistencia.

El hecho, es que, tras destaparse el "presunto" escándalo, él mismo se ha apartado, una decisión que según quien mire y opine pensará que es digna y necesaria o, sencillamente, de obligado cumplimiento. ¿Quién estaba interesado en amputar ese miembro, a tan escasa distancia de la fecha que convoca a los ciudadanos a las urnas? No somos los únicos que pensamos que si la denuncia, el chivatazo, hubiera sido exterior, como una agresión al representante de la coalición, no desde el mismo entorno, lo más probable es que ese error se hubiese subsanado, entre unos y otros, con unas simples, aunque sinceras disculpas, un chorro de compromisos obreros, un mea culpa con tres cubalibres y a otra cosa mariposa, ¿o no?  Quizá Viondi se había vuelto incómodo, demasiado autónomo, ligero, independiente,…No proponemos teoría conspirativa alguna, pero los antiguos modos, aún vigentes por ideología y convicción, del centralismo “democrático”, han demostrado a lo largo de los años, que hasta el mismísimo Trotsky desaparecía de las fotos [a instancias de su camarada y enemigo Stalin], consiguiendo como se hace con el moderno photoshop, resultados invisibles.

Aún hoy, mientras la flamante e inesperada candidata reparte su publicidad en la calle Madrid se puede ver en la estación de Cercanías Getafe Central el arrinconado cartel de la coalición con la foto del pretendiente Viondi junto a una flecha que indica la salida. ¿Sobran motivos?

Quedarse sin candidato, o sustituirlo por una candidata casi desconocida, a punto de cumplirse la hora del último plazo, del tiempo sin retorno, no preocupa en Izquierda Unida, donde las personas no son importante, lo fundamental es el grupo, en este caso, tan reducido casi como una familia, acotado por el mismo hecho de la ideología. Aquí, sobre todo aquí, nadie va por libre. Lo esencial, e irreemplazable, es el papel y la autoridad del líder, guía político y, a su vez, "pater familias". El derecho romano concedía a este último la potestad de manumisión y de emancipación; nada que no salga de su patria potestad . Si el esclavo, en el caso que nos ocupa niño grande, se pasa con las piruletas, se castiga severamente y así aprenden todos, los que son y los que quieren ser.

El deplorable hecho de mentir [en un currículo que hasta los más antiguos camaradas tenían por cierto], cosa por otra parte habitual en todos los políticos, y lo repentino de la jugada ha situado, de manera repentina, como solución ya prevista para el transcurso de la próxima legislatura, delante del fotógrafo a María Luisa Gollerizo. Algún excamarada aseguraba que la imagen de la nueva cabeza de lista, impresa en cuartillas y que algunos miembros de IU repartían el viernes por la mañana en en la calle Madrid, es “algo oscura, más cerca de la estética de la Familia Adams que de una candidata a alcaldesa”.
 
La imagen, aunque contenga pequeñas mentiras pintadas a base de photoshop y maquillaje, es imprescindible para transmitir las propuestas. La coalición, como es lógico por la premura de la mudanza, no ha tenido tiempo para sustituir su imagen de número dos, aunque nosotros, por puro divertimento, hemos hecho un pequeño esbozo, en el que se elimina maquillaje y negro de la sombra de ojos, para aclarar la mirada, retirando también el negro empastado de las gafas, incluso se dulcifican las arrugas. Una foto electoral es una foto publicitaria.


Un camión muy antiguo

Vientos del Pueblo es otra de las alternativas que se presentan ante la ciudadanía  para intentar cambiar la distribución política del consistorio. En la anterior convocatoria, a la que concurrieron por primera vez, quedó muy cerca de conseguir la ansiada representación municipal con algo más del cuatro por ciento de los votos. La incógnita que se plantea este año es si la candidatura vecinal será capaz de revalidar, o superar, esos resultados sin el efecto rebote que se produjo con el caso  PSG y los distintos sarpullidos de “ciudadanos cabreados”. 

Parece que la situación social juega en contra; a su favor, el trabajo de base y la reivindicación permanente, sin paréntesis.  Eso sí, el camión que aparece en la fotografía, con su publicidad es una muestra, a pesar de su presunta modernidad con rótulos estilo grafitero, de publicidad basada en estándares muy antiguos, atrasada y anclada en conceptos excesivamente pasados de moda. No vende eficacia, ni modernidad, ni una mejor gestión del transporte público ni de la limpieza. A pesar de las buenas intenciones, hay que saber venderlas. Los ciudadanos no van a concluir que es un vehículo limpio, sostenible, con el que podemos tener una ciudad  menos contaminada. Su imagen contradice, en sí mima, la lucha contra la radiación electromagnética, la contaminación, la chapuzas, etc.. que desarrolla desde hace tiempo la candidatura vecinal.


Los de María Rosa

Los últimos en llegar, y que pondrán a prueba al electorado de Getafe, son el partido de Rosa Díez, UPyD, la marea magenta” que reclaman, dicho en términos de separación de colores CMYK, la “marea rosa” en términos populares. El otro día los encontramos por la calle y pudimos comprobar una cosa evidente. A pesar de su entusiasmo y de la pretensión de que “sin saberlo aún, tú también eres de UPyD", lo de marea, intentado emular los masivos movimiento de los hinchas futboleros les viene algo grande aunque quiren plantarse como la “alternativa necesaria”. 

En la imagen, el candidato a la alcaldía por este partido, José Luis Morato Gómez, posa en la foto con José Luis Sánchez, integrante también de la lista de UPyD y uno de su dos únicos acompañantes esa mañana de viernes; no es precisamente, un tsunami, ni una marea, ni siquiera una pequeña marejadilla; casi mar tranquila. Tampoco pensaba nadie que lo suyo fuera a ser un camino de rosas hasta el salón de plenos. No falta por el contrario, al parecer, ni moral ni ilusión. Sin embargo en sus petos, hubiera sido mejor ponerse, lo que son,  los de "María Rosa”.