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14 de marzo de 2008

El borracho y la cabra

Unos días antes de la manifestación que tuvo lugar el sábado 1 de marzo contra la gestión municipal acudimos a un acto organizado por Instituto del Sur, y su Cátedra de Flamenco, para homenajear a la generación del 27 con un concierto que contó con la presencia de un elenco de cantaores y artistas notables. El acto comenzó tarde; dos grandes filas de ciudadanos con invitación, y sin ella, confirmada la asistencia y no, se extendían a lo largo de la fachada del Teatro García Lorca. Era la hora de empezar con el cante y aún estábamos en la calle. Eso será el duende.

El numeroso público, paciente y deseoso de entrar al recinto, molestaba en parte, y sin pretenderlo, a las personas que circulaban por las inmediaciones de la estación de cercanías de Getafe Central. Pasada la hora, y a punto de entrar al teatro, el borracho que se tambaleaba por los alrededores de la aglomeración, atinó a llegar hasta nuestra posición, y haciendo un esfuerzo por expresarse con claridad y contundencia preguntó: - ¿esh.. es esta la cola de los cabreados, ...? Pues, ... me apunto, eh... Me pongo en la fila, eh... que estoy pero que muuy cabreado.

El pobre beodo, se alejó zigzagueando, cuesta abajo por la calle Ramón y Cajal, tras entender, no sin dificultad, que no era esa, precisamente, la concentración, manifestación o algarada que había oído, supuso que era o esperaba que fuese.

La anécdota, absolutamente cierta, viene a reflejar lo difícil que es sustraerse a los últimos acontecimientos y manifestaciones que han sucedido en esta capital del sur. Se palpa la tensión social y política. La manifestación contra la gestión del gobierno municipal tuvo lugar al fin bajo el lema "otro Getafe mejor es posible" (o no, quién sabe) nos mereció atención a priori, antes de que se cerrasen los últimos detalles organizativos, lemas y adhesiones; interesante como una iniciativa notable de los movimientos sociales que surgen de la misma base, del corazón del pueblo y de las gentes que luchan por sus problemas; y así lo reflejamos en alguna de las últimas entradas, como el movimiento de ciudadanos cabreados.

Cierto que el ayuntamiento y el alcalde, en una maniobra muy política, intentaron desmontar las principales reivindicaciones. Ya no hay aeropuerto (esperemos que sea verdad), se deniega la licencia al comedor de drogodependientes propiciado por Remar en el sector 3, se ha empezado a discutir con los afectados la ordenanza que regulará la instalación de antenas de telefonía móvil en el municipio... Está bien. Bastante bien, aunque no sea suficiente, es un paso importante de la administración. Es posible que motivada, al igual que los manifestantes, por la proximidad de las elecciones generales del 9 de Marzo.

¿No es, igualmente, posible una alternativa al tráfico rodado en una parte de la futura calle Adolfo Suárez, y que sea en su totalidad una vía ciclista y peatonal? ¿Tan difícil es rectificar una cosa [más] mal planificada, diseñada y planteada? Pensamos que no. Aunque esté aprobada en el Plan General. El gobierno local no debería conducir la máquina municipal en contra de los vecinos. El [que debería ser] buen gobierno de la ciudad exige más diálogo y participación. No sea camicace, señor alcalde.

Hay que reconocer, aunque se haya manifestado con una gran dosis de oportunismo, la inteligencia política del gobierno municipal por el cambio de actitud; de sabios es rectificar. No crean que esto es una alabanza a fondo perdido, un cheque en blanco al alcalde y a su gobierno municipal. Fácil es reconocer que aquí no escribe el autor domesticado. La historia y "el cuarto de los ratones" así lo atestiguan.

El que quiera hacer campaña de lo contrario que coja la pancarta y pinte chorradas evidentes o reparta octavillas injuriosas. Ni las pancartas, ni las coacciones, ni las amenazas de los esbirros y almogávares que aún siguen al servicio de la PSG conseguirán doblegar nuestra opinión y libertad. No han sido, estos "pesegechulos" los primeros que han amenazado con "quemar el periódico" o "partirle las piernas al director" [*]. Esos son los pastores que organizan a los pobres corderitos en pitadas y algaradas, los mismos que se presentan como "pobrecitos" cabreados... Pero, de eso nada: a sueldo de la PSG; y punto.
La manifestación, a nuestro entender, fue un completo fracaso. No por el número de asistentes, claro está. No. Hablamos de coherencia, política e ideología. Además de las tretas y piruetas políticas de Pedro Castro para dejar sin "sentido" ni motivos la manifestación, los organizadores tuvieron que enfrentarse -sin éxito ni clarividencia, claro está- a la disyuntiva entre ser pocos con razón, la calidad de la protesta, o engrosar las filas de cabreados con la gente de la PSG (ciertamente muy enfadados), la cantidad, hasta convertir el suceso en un número, sólo eso, pero suficiente para no considerar escasa la participación de cabreados. Es una pena que tendrá repercusión en esos movimientos vecinales como un error social y político.

Los organizadores de las protestas vecinales se dejaron manipular (piénsese que esta es nuestra opinión y que no pretendemos convencer a nadie) por los "pobrecitos" cooperativista de PSG, ahora "funcionando" como entidades independientes... Vaya trola, señores,... y los de Vientos del Pueblo y otros aires cayéndose de un guindo. Que nadie dude que las cooperativas, los foros de cooperativistas, los demenciales problemas creados por la avaricia y la ignorancia dependen aún de la PSG; fuera farsas y caretas. La manifestación fue, simplemento, una marea de gentes con la camiseta azul del yo sigo, y sigo, y sigo; aunque no consigo. Es imposible.

El "presunto" apoyo de las entidades vecinales a los chicos de la PSG, a los cooperativistas, se justifica en una razón muy eficaz en el ámbito familiar y afectivo: -es que muchos vecinos tenemos hijos, hijas y nietos en la PSG. Claro, y la gran mayoría de trabajadores que no están en las asociaciones de vecinos también tienen hijos, hijas y nietos que quieren una vivienda. ¡Faltaría más! Pero ¿qué tiene que ver un problema particular, aunque sea de muchos, como ciudadanos engañados, con el interés general y el movimiento vecinal?

Recuerdo que durante la primera Guerra del Golfo, en el año 90 creo, el periódico que dirigía en aquel entonces publicó una serie de informaciones relacionadas con el aterrizaje de aviones "tocados" por el fuego "enemigo" en la Base Aérea de Getafe y su reparación en los hangares de Construcciones Aeronáuticas. Noticias totalmente confirmadas, pero que no gustaron ni mucho menos en el seno de la empresa getafense, lo cual es lógico, ni entre los trabajadores más concienciados. Los sindicatos, Comisiones y UGT, criticaron abiertamente la publicación de la noticia, esa pequeña intervención en la guerra, a favor de la intervención yanqui; y gobernaba Felipe González. El principal argumento para que cerrásemos la boca era, lamentablemente, que estaban en juego sus puestos de trabajo. Qué lástima.

A eso mismo nos referimos, cuando afirmamos que no se distingue entre el interés general y los particulares. A una cierta confusión ideológica que, de seguir por el mismo camino, puede acabar conviertiendo la asamblea general de cabreados en simples y obstinadas cabras al servicio de un gran número de camisetas azules, o de otros intereses particulares. El tiempo dirá. A lo peor hay que acabar votando la candidatura de la cabra [está por montar, oigan...]

Pensando, como creemos, que los socios de las cooperativas son unos pobres e ingenuos ciudadanos que han sido engañados, que siguen siendo engañados por los que aún trabajan bajo la batuta del administrador único de la PSG, en foros y convocatorias de manifestaciones, espesas cortinas de humo del auténtico problema que tienen, confiados y perplejos, ignorantes y listos, los cooperativistas, todos ellos agarrados a un contrato de adjudicación de vivienda imposible de cumplir ya en el día de su firma cuando compraban terrenos rústicos para hacer vivienda protegida sabiendo que se iban a expropiar, con unos planos más falsos que un duro de madera, y que ven cómo su dinero se [ha] esfuma[do], sublima[do] o volatiliza[do] un poco más a cada día que pasa. Pobres cooperativistas; sin casa, o con casa, y sin dinero. Pero eso serán otros problemas y otras manifestaciones.


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[*] Las amenazas

Hace casi veinte años, en un conocido local getafense [el Lovely, que regentaba Ángel Torres], un broker de la vecina ciudad de Parla, enfadado por las informaciones sobre el Centro Comercial que pretendían construir sobre unos terrenos propiedad del que era en ese momento alcalde de la ciudad, Pedro Bermejo, [y que acabaron construyendo, aunque con un retraso de más de cuatro años] nos espetó a bocajarro: -No sé si pegarte un tiro o quemarte la oficina. [tal cual, oigan] -Pues, no tengas dudas ... Quémala, pero cuando no haya nadie... hijodeputa. [...]

Hace siete u ocho años. Un edil de Getafe del cual es mejor reservar su identidad a un periodista de El Buzón: -Pues ese [refiriéndose a otro edil de un pueblo cercano], ese os parte las piernas... [...] Glub. Joder que obsesión por dejarnos lisiados.

Pero qué originales son todos estos mafiosillos ¿verdad?